Los cristianos también pecamos o no?
- Jair Molina
- 23 mar 2017
- 3 Min. de lectura

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
1TIMOTEO 1:12
Comparaciones, alguna vez lo hemos hecho, comparamos la fruta en el mercado, comparamos a estrellas de cine para ver quién es la más bonita o simpático, comparamos futbolistas y nos comparamos a nosotros mismos con otros.
Recuerdo bien que al llegar a la iglesia debía pasar al frente de varios bares en mi camino, y más aun cuando me tocaba servir temprano. Presenciaba a varias personas en estado de ebriedad adultos y jóvenes, otros habían sido dejados a su suerte durmiendo en la calle, esperando que salga el sol y evitar el frio.
Mientras caminaba frente a ellos me preguntaba cuál sería su historia, que tenía que pasar para que ellos terminen así, sin darme cuenta empezaba a comparar mi vida con la de ellos, yo iba en camino a la iglesia y ellos en busca de comida para hacer pasar la resaca de la noche anterior.
Páblo comienza con consejos para Timoteo y le explica un poco de su conversión y de su pasada manera de vivir seguido de lo siguiente: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos.
Vamos a ser sinceros, ¿Alguna vez te sentiste mejor o superior a otros?
quisiera que hoy hagamos un poco de auto-crítica y veamos nuestro comportamiento y manera de pensar frente al evangelio, como cristianos muchas veces tomamos el camino incorrecto, haciendo la oración del fariseo, gracias Señor porque no soy como este pecador.
Pero, ¿Es acaso esta la manera en la que debe pensar el creyente de sí mismo?
Vamos a ver un ejemplo, estás con sobrepeso así que te propones comenzar con el gimnasio, te inscribes y vas durante semanas, después de varios meses de trabajo duro consigues tu meta, ahora estas muchísimo más delgada.
Para celebrar sales con tus amigas a cenar, después de un rato de plática, pasa cerca de ti una chica bastante "gordíta", una de tus amigas se burla de ello y dice muuuu todas se ríen incluso tú.
Puedes ver lo tonta de la situación, hace un tiempo eras tú de quien se burlaban y ahora tú te burlas de otra persona que pasa por el mismo problema.
Del mismo modo parece que nos da amnesia y olvidamos de donde nos sacó Jesús, quizás jamás fuiste borracho pero eso no te hace menos pecador frente a los ojos de Dios. Además que debemos recordar, que si bien hoy estamos en “forma” eso no quita que puedes volver a subir de peso mañana, de la misma manera si bien hoy te crees “santo” eso no garantiza que no vayas a ofender a Dios con tu pecado en unas horas.
El apóstol Pablo fue muy claro al hacer su auto-critica, de todos los pecadores él se consideraba el peor, los que le conocían podrían decirle Páblo de que hablas tu eres el hombre más recto y justo que conocemos, sin embargo, si bien hoy tu vida está dedicada al servicio de Dios, eso no significa que seamos mejores que otros, al contrario sabemos que si algo somos es por la gracia de Dios, y por su misericordia que un día nos salvó.
Este fue el #DevoDiario, dale siempre un tiempo a Dios y lee tu Biblia, un abrazo donde quiera que estés.
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