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Donde esta tu Dios?

  • Foto del escritor: Jair Molina
    Jair Molina
  • 23 mar 2017
  • 2 Min. de lectura

Salmos 42:3

Día y noche, mis lágrimas son mi alimento, mientras a todas horas me preguntan: «¿Dónde está tu Dios?»

Oh el primer día de escuela, ¿te acuerdas del tuyo?, las ansias que te venían cuando tu mamá te decía que ibas a hacer muchos amiguitos nuevos, y los consejos de papá, para que no se te ocurra portarte mal.

Llegabas a la puerta y te presentaban con tu nueva profesora, y a pesar de que habías hablado durante semanas al respecto, nada te podía preparar para el momento del adiós. Sentías levemente como te soltaban la mano y te decían que pasarían por ti en unas horas.

Ese momento se te olvidaba todo y lo único que podías hacer era llorar….

En mi tiempo de trabajo en la guardería pude presenciar bastantes momentos como ese, era tanta la desesperación de los niños, que parecía que los estaban abandonando para siempre, las primeras dos semanas eran las peores, y cada mañana era la misma historia.

Pero ¿Que tiene que ver eso con el devocional de hoy?

El salmista describe su situación frente a Dios de la misma manera en la que un niño describiría la separación de sus padres, a pesar de que Dios jamás nos dejará solos, existen tiempos en nuestra vida que permite que simplemente maduremos.

Es algo común pasar por el “primer amor” ese tiempo donde todo es fuego en el corazón y mucha pasión por Dios, donde cualquier canción en la iglesia hace que saltes de júbilo y sientes que Dios está muy cerca tuyo, pasado esto, cuando la euforia se va apagando, te toca vivir la vida cotidiana de cada cristiano, las luchas diarias y también los fracasos.

En la universidad en el trabajo o en el colegio, recibiremos burlas o comentarios que lo único que harán será colocar más sal en la herida, el salmista dice que le preguntaban ¿Dónde está tu Dios? Una pregunta tan horrible como decirle a un niño, ¿Dónde está tu papá? Seguro te abandonaron aquí para siempre.

Esos desiertos en los que incluso cantar una alabanza te pesa, nos llevan a la madurez porque son tiempos en los cuales entendemos que si bien estamos en la escuela, solo son unas horas y después volveremos con nuestros padres y que es algo necesario de pasar.

Dios esta con nosotros siempre, sea que sintamos su compañía o no, el salmista versos adelante dice, “Pondré mis esperanza en Dios nuevamente lo alabare, mi salvador y mi Dios” V11b

Yo se que madurar trae consigo momentos tristes en los cuales solo queremos tener a nuestro Papá abrazándonos y haciendo que todos nuestros problemas desaparezcan, y aunque no nos falten las ganas de llorar y patalear pidiéndole que no permita que pasemos por eso, debemos recordar que nuestro Padre está con nosotros enseñándonos a tener el carácter de Jesús, fortaleciéndonos para que después seamos cristianos maduros, capaces de ayudar y guiar también a otros.

Este fue el #DevoDiario de hoy, te mando un abrazo fuerte donde te encuentres!!

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